EL AUTOPASE DE PEPE.

Un día la vida me cruzó en el camino con el Real Zaragoza. Fue ya hace 9 años, pero, sin duda, se trató de un año y medio lleno de vivencias intensas que han permanecido para siempre en mi corazón. En aquellos tiempos todavía mandaba Solans, criticado por su austera política de fichajes. En La Romareda sonaba el mítico “Solans… tira de talón”. El equipo estaba en Segunda; Flores era, por desgracia, entrenador y la afición batía records de asistencia en las oficinas de Eduardo Ibarra. Fue una época emocionante. Aprendí lo que era el zaragocismo a base de mis amigos del Colectivo 1932, de días de marcha por La Zona, de viajes interminables por los campos de Ejido, Almería, Las Palmas, Tenerife…. Allá por donde ibas había una camiseta con el león rampante emocionados por su Zaragoza. La verdad es que me contagié de ese zaragocismo y tras 9 años, veo desde la distancia que todo ha cambiado, menos el compromiso en la grada. De aquel equipo simpático en el que todos los futbolistas querían ir, ahora todos lo rehuyen. Mis amigos Peternac, Galletti, Drulic, Ferrón, Komljenovic, Valbuena… siempre me decían. “Pepe,  no hay un club como el Zaragoza. El día 28 cobras y eso es un lujo”. De ahí se ha pasado a deber 10 millones a los jugadores. 2 de ellos a Ayala. Ahora dicen que manda Agapito. Digo dicen, porque me parecía una burla definir su gestión desde que se puso al mando. Cambió hasta el escudo del equipo, pero hay algo que no puede cambiar que es el ZARAGOCISMO

Desde Madrid combato día a día con mis compñeros para explicarles lo que es para mí el Real Zaragoza. El equipo de la quinta ciudad de España por el que han pasado leyendas del fútbol y que siempre era temido por su fútbol total en todos los campos. De esa Romareda que me hizo vibrar cuando escuchaba su himno, las palmas al viento, nobleza y valor de nuestro Aragón…. Himno que debería escuchar el ‘dirigente’ soriano para algún día reflexionar y dejar el club.

Me duele el Real Zaragoza y por eso sé que algún día despertará el Ebro de esta pesadilla y de la mano de alguien con responsabilidad volverá a ser el equipo tan serio en la gestión que siempre ha sido.

Se me hace corto el artículo. Espero que otro día Santi me deje otro hueco más para hace un autopase.

Aupa Zaragoza!

Pepe García-Carpintero