jueves, 22 de septiembre de 2011

HOY RECORDAMOS A DARÍO FRANCO.

Si un futbolista consiguió convertirse en un ídolo para la afición zaragocista hay que hablar de Darío Franco ese clásico " cinco " argentino que llegó al Real Zaragoza en verano de 1991 tras una gran Copa América. A tal punto ascendió la fama del jugador que todavía hoy veinte años después de su llegada a Zaragoza en fiestas populares se corean canciones con su nombre, pero vayamos por partes. Darío Javier Franco Gatti nació un 17 de Enero de 1969 en Cruz Alta, Argentina. A la corta edad de 19 años debutó con Newell´s Old Boys donde jugó durante cuatro temporadas, en las que rayó a un nivel altísimo lo que le valió su llegada a Europa, concretamente al Real Zaragoza donde jugó cuatro años para volver nuevamente a América.
Corría el cálido Verano de 1991 y Zaragoza vivía la resaca de la agónica promoción ante el Real Murcia en la que el equipo dirigido por el entonces joven y emergente Victor Fenández salvó la categoría, el equipo se tenía que reforzar ya que no se podía permitir otro año igual y a los Andoni Cedrún, Gustavo Poyet, Miguel Pardeza, José Aurelio Gay, Dorin Mateut o " Paquete " Higuera se unió este joven mediocentro argentino de 22 años.
Pronto Darío Franco empezó a gustar y mucho en La Romareda, su increíble capacidad de recuperación, su empuje y sobre todo su enorme carisma enamoró desde el principio a la parroquia zaragozana. Aquella temporada, fantástica para el Real Zaragoza, fue el principio de la leyenda de Darío. El argentino hizo tres tantos, pero mas allá de todo eso se convirtió en un fijo indiscutible para Víctor Fernández gracias a sus innumerables virtudes. Se solía decir en Zaragoza que Darío Franco le echaba lo que hay que echarle de verdad ya que en un partido de liga frente al Atlethic de Bilbao se le desgarró el escroto con el taco de un rival en una escena que como dijo Xavi Aguado en su día " produjo mareos ".  El Real Zaragoza terminó el campeonato en sexta plaza y volvía así a la Copa de la UEFA llenando en varias ocasiones su estadio.
La temporada siguiente fue la mejor temporada en la carrera deportiva de Darío Franco. Aunque solo anotara en liga un gol , en UEFA hizo otro, Darío era elogiado partido tras partido por compañeros y rivales, indiscutible en el centro del campo del Real Zaragoza y en los onces ideales de toda la liga, llevó al equipo hasta la final de la Copa del Rey ,la cual le fue birlada en Mestalla, a octavos de final de la Copa de la UEFA en una histórica eliminatoria ante el Borussia Dortmund  y a la novena posición en el torneo doméstico. Estas grandes actuaciones le llevaron a la titularidad habitual en la selección de Argentina que entonces dirigía Alfio " Coco " Basile por delante incluso en las alineaciones del mismísimo Fernando Redondo. Así pues en Verano de 1993 Darío Franco se dispuso a jugar su segunda Copa América en suelo esta vez ecuatoriano sin saber lo que le iba a deparar el destino. A mediados de la primera parte del duelo que medía a Argentina y Bolivia se produjo un fatal choque con el defensor boliviano Marco Antonio Sandy que le produjo una terrible lesión de tibia y peroné de la que tardó tiempo en recuperarse. Marco Sandy siempre defendió la involuntariedad de la acción pero lo cierto es que Darío ya nunca volvió a ser el mismo.



La temporada 93/94 fue un calvario para Darío Franco ya que hasta finales de Febrero no pudo volver a los terrenos de juego, volvió pero a esas alturas ya había perdido su sitio en el equipo, aún así en el festival goleador del equipo esa temporada con seis goles al FC Barcelona y cuatro al Real Madrid incluidos, fue capaz de anotar dos tantos. El 20 de abril de 1994 el Real Zaragoza se alzó con su cuarta Copa del Rey ante el RC Celta de Vigo en el Estadio Vicente Calderón. En un partido durísimo el árbitro López Nieto expulsaba a Santiago Aragón a escasos minutos del final con empate en el marcador, dicha expulsión obligó a reaccionar a Víctor Fenández que retiró del campo al delantero Miguel Pardeza para dar entrada a Darío Franco. La prórroga terminó igual, a los penaltis. Aunque la historia al hablar de esa tanda siempre nombrará a Alejo, Cedrún e Higuera nadie sonrió mas que Darío Franco al transformar su lanzamiento. Se había acabado el calvario. El Real Zaragoza terminó esa temporada con el consabido título copero y con la tercera plaza en liga en lo que supone hasta la fecha la mejor temporada de la historia del club.
Aquella victoria en la Copa daba al Real Zaragoza el derecho a participar en la Recopa de Europa, competición en la que centró el club la temporada. Darío Franco había visto mermado su todo su despliegue por la lesión y apenas disputó partidos, consiguió hacer un gol en la liga, pero eso si contribuyó a la notable séptima plaza liguera pero sobre todo fue partícipe, aunque no jugase en la final, del mayor título de la historia del Real Zaragoza la inolvidable noche del 10 de Mayo de 1995 en el Parque de los Príncipes de París.
Esa fue la última temporada del " 5 " en Zaragoza. No tardó en encontrar equipo y ese fue el Atlas de Guadalajara mexicano. En el país azteca también jugó en Monarcas de Morelia donde llegó a ser campeón de liga. Tras seis temporadas en dicho club se retiró como futbolista en activo y pasó a los banquillos donde a dirigido a los propio Monarcas, Tecos de la UAG y Atlas de Guadalajara en México, ya en su país ha hecho lo propio con San Martín de San Juan e Instituto atlético Central de Córdoba donde actualmente es director deportivo. Su paso por los banquillos también cuenta con experiencia internacional ya que fue segundo de Marcelo Bielsa con la selección de Chile.
Darío Franco un jugador que sin duda marcó una época en el mejor Real Zaragoza de la historia.

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