
Corría el cálido Verano de 1991 y Zaragoza vivía la resaca de la agónica promoción ante el Real Murcia en la que el equipo dirigido por el entonces joven y emergente Victor Fenández salvó la categoría, el equipo se tenía que reforzar ya que no se podía permitir otro año igual y a los Andoni Cedrún, Gustavo Poyet, Miguel Pardeza, José Aurelio Gay, Dorin Mateut o " Paquete " Higuera se unió este joven mediocentro argentino de 22 años.
Pronto Darío Franco empezó a gustar y mucho en La Romareda, su increíble capacidad de recuperación, su empuje y sobre todo su enorme carisma enamoró desde el principio a la parroquia zaragozana. Aquella temporada, fantástica para el Real Zaragoza, fue el principio de la leyenda de Darío. El argentino hizo tres tantos, pero mas allá de todo eso se convirtió en un fijo indiscutible para Víctor Fernández gracias a sus innumerables virtudes. Se solía decir en Zaragoza que Darío Franco le echaba lo que hay que echarle de verdad ya que en un partido de liga frente al Atlethic de Bilbao se le desgarró el escroto con el taco de un rival en una escena que como dijo Xavi Aguado en su día " produjo mareos ". El Real Zaragoza terminó el campeonato en sexta plaza y volvía así a la Copa de la UEFA llenando en varias ocasiones su estadio.

La temporada 93/94 fue un calvario para Darío Franco ya que hasta finales de Febrero no pudo volver a los terrenos de juego, volvió pero a esas alturas ya había perdido su sitio en el equipo, aún así en el festival goleador del equipo esa temporada con seis goles al FC Barcelona y cuatro al Real Madrid incluidos, fue capaz de anotar dos tantos. El 20 de abril de 1994 el Real Zaragoza se alzó con su cuarta Copa del Rey ante el RC Celta de Vigo en el Estadio Vicente Calderón. En un partido durísimo el árbitro López Nieto expulsaba a Santiago Aragón a escasos minutos del final con empate en el marcador, dicha expulsión obligó a reaccionar a Víctor Fenández que retiró del campo al delantero Miguel Pardeza para dar entrada a Darío Franco. La prórroga terminó igual, a los penaltis. Aunque la historia al hablar de esa tanda siempre nombrará a Alejo, Cedrún e Higuera nadie sonrió mas que Darío Franco al transformar su lanzamiento. Se había acabado el calvario. El Real Zaragoza terminó esa temporada con el consabido título copero y con la tercera plaza en liga en lo que supone hasta la fecha la mejor temporada de la historia del club.
Aquella victoria en la Copa daba al Real Zaragoza el derecho a participar en la Recopa de Europa, competición en la que centró el club la temporada. Darío Franco había visto mermado su todo su despliegue por la lesión y apenas disputó partidos, consiguió hacer un gol en la liga, pero eso si contribuyó a la notable séptima plaza liguera pero sobre todo fue partícipe, aunque no jugase en la final, del mayor título de la historia del Real Zaragoza la inolvidable noche del 10 de Mayo de 1995 en el Parque de los Príncipes de París.

Darío Franco un jugador que sin duda marcó una época en el mejor Real Zaragoza de la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario